Todo empezó en noviembre con una única cadena de luces navideñas en una calle del condado de Baltimore. Kim Morton estaba viendo una película navideña con su hija cuando recibió un mensaje de un vecino que le decía "echa un vistazo fuera".

Cuando lo hizo, se sorprendió al ver que su vecino, Matt, había colgado una ristra de luces blancas de Navidad que se extendía desde su casa hasta la de ella. También había dejado una lata de galletas caseras en la puerta de su casa.

Matt sabía que su vecina atravesaba un momento difícil. Sufría ansiedad y depresión, estaba de duelo por la pérdida de un ser querido y, además, estaba estresada en el trabajo. Así que, en palabras de Matt, "esperaba simplemente iluminar su mundo y hacerle saber que no estaba sola".

Esto es lo que Matt no sabía. Ese simple gesto desencadenaría un movimiento en todo el barrio. En los días siguientes, vecino tras vecino siguieron su ejemplo, extendiendo líneas de luces navideñas de un lado a otro de la calle.

Me encantó leer esta historia. No había nada planeado. Nada organizado. Fue simplemente un vecino recordando a otro vecino que no estaban solos, y ese pequeño gesto desencadenó un movimiento.

Amigos, el Adviento ya está aquí. La Luz del Mundo está con todos nosotros.

En estas fiestas, no nos limitemos a llevar la luz en nuestro interior; acordémonos también de difundir esa luz entre nuestros vecinos y amigos. A todos nos vendría bien un poco más de luz y alegría en este mundo.

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