La tutoría espiritual es la práctica en la que creyentes experimentados caminan junto a creyentes más jóvenes o nuevos, ofreciéndoles sabiduría, ánimo y responsabilidad en su camino de fe. A través de relaciones intencionadas y conversaciones profundas basadas en las Escrituras, los mentores ayudan a afrontar los retos de la vida, ofrecen verdades espirituales y fomentan una intimidad más profunda con Dios. Este intercambio mutuo de fe no sólo fortalece a los individuos, sino que enriquece a toda la comunidad, encarnando la esencia del mandato de Cristo de amarnos unos a otros como Él nos ha amado.