Luces de advertencia

22 de septiembre de 2022 | Tiempo de lectura: 2 minutos

Por: Rev. Mark Sorensen

Pregunta: ¿Cuántas luces de advertencia en el salpicadero de tu coche necesitarías para llevarlo al taller? Pues bien, si perteneces a las generaciones millennial o Gen Z (cualquier persona nacida entre 1981 y 2012), una encuesta reciente nos ha dado tu número: ¡ocho! Has leído bien. Al parecer, se necesita una media de ocho luces de advertencia para que la Generación Z y los millennials programen el mantenimiento de sus coches. Además, es interesante señalar que, de los encuestados, uno de cada cuatro tiende a ignorar por completo las luces de advertencia y continúa conduciendo a pesar de las advertencias sobre la baja presión de los neumáticos, la necesidad de un cambio de aceite o las emisiones excesivas.

Confesión, estoy unos años más allá de las generaciones del milenio o Gen Z, pero he sido culpable de dejar que una luz de advertencia (o dos) permanezca encendida durante un período antes de realmente hacer algo al respecto. Es curioso, esas luces de advertencia están ahí para notificarnos que algo necesita ser abordado, pero si somos honestos, es difícil tomar algo en serio cuando no ves realmente el daño que está señalando. Lamentablemente, puede ser mucho más costoso si se ignora.

Pensaba en este estudio hace poco, cuando leía el capítulo 21 del Evangelio de Lucas. En él, Lucas recoge un momento en el que Jesús caminaba con sus discípulos y éstos comentaban la belleza del templo. Jesús no estuvo en desacuerdo, pero sí señaló la fragilidad de las cosas terrenales y el fin de los días que pronto se acercaría. Jesús entonces advirtió a Sus amigos de lo siguiente:

Tened cuidado, o vuestros corazones se agobiarán con la juerga, la embriaguez y las angustias de la vida, y aquel día se cerrará sobre vosotros de repente como una trampa. Porque vendrá sobre todos los que viven sobre la faz de toda la tierra. Estad siempre alerta y rezad para que podáis escapar de todo lo que va a suceder y podáis estar en pie ante el Hijo del hombre. (Lucas 21:34-36)

Cuando se trata de nuestra vida espiritual, independientemente de la edad, siempre existe la tentación de ignorar las señales de advertencia del pecado y continuar en el comportamiento pecaminoso si estamos logrando "mantener la calma". Sin embargo, el tiempo es precioso y Dios es fiel para encontrarnos en medio de nuestra debilidad y perdonarnos de nuestro pecado. Tal vez tengas una luz de alarma (o dos) en el tablero de tu vida espiritual. Llévalo a Jesús. Él está más cerca de lo que crees, y también lo está la Buena Noticia: A través de la cruz, tu deuda ya ha sido pagada.