Entusiasmados por lo que nos espera

29 de agosto de 2024 | Tiempo de lectura: 1 min

Por: Rev. Mark Sorensen

Gracia y paz, iglesia. Rezo para que esta actualización les encuentre a cada uno de ustedes bien y disfrutando de temperaturas en Houston que actualmente no están en los tres dígitos. Gracias a Dios.

Mientras escribo este mensaje, no puedo evitar reflexionar sobre lo rápido que pasa el año. Nos estamos despidiendo oficialmente del verano y de las vacaciones de verano, y ahora, estamos en modo de regreso a la escuela en la Iglesia Metodista de The Woodlands. Las cosas están ciertamente zumbando alrededor de nuestra iglesia y campus. Sigo diciendo: "¡Qué tiempo para estar en el ministerio y ver todo lo que el Espíritu está agitando!"

Además de todo lo que está sucediendo dentro de nuestra iglesia local, también estoy emocionado por lo que está sucediendo dentro de nuestra denominación mayor, la Iglesia Metodista Mundial.

Siento una gran alegría y un profundo sentido de responsabilidad por haber sido elegido para servir como delegado en representación de nuestra Conferencia de la Trinidad en la conferencia convocante de la Iglesia Metodista Mundial en San José, Costa Rica, del 20 al 26 de septiembre de 2024.

Esta es verdaderamente una reunión histórica, que marca un momento crucial a medida que avanzamos hacia el futuro de esta denominación wesleyana ortodoxa recién formada. La emoción de ser parte de este movimiento es palpable, sabiendo que nuestras voces ayudarán a dar forma a la dirección de una iglesia profundamente arraigada en las tradiciones de Juan Wesley, pero ansiosamente esperando todo lo que el Espíritu Santo tiene reservado.

Con la conferencia acercándose, confieso que estoy lleno de tanta anticipación por todas las formas en que Dios se moverá entre nosotros. Esto no es sólo una reunión; es una oportunidad sagrada para escuchar al Espíritu, buscar la guía del Espíritu, afirmar nuestros valores compartidos, y comprometernos con la misión de hacer discípulos de Jesucristo para las generaciones venideras.

A medida que nos acercamos a la conferencia convocante, me gustaría pedir sus oraciones por mí, así como por todos los delegados de todo el mundo que fielmente han dicho "sí" a asumir este papel. En concreto, rezad por sabiduría, discernimiento y corazones en sintonía con la guía de Dios.

Qué alegría servir a la Iglesia de Cristo en un momento como éste.

¡A Dios sea la gloria!

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