Mi nieto Jayden es autista y le encanta hacer muchas de las mismas cosas que a otros niños de su edad. Cuando vi el minicampamento de baloncesto, me hizo mucha ilusión porque él siempre quiere ir a jugar al baloncesto 🏀.

Mi hija vino conmigo hoy para dejarlo y mientras conducíamos a la iglesia Jayden nos dijo que estaba feliz porque iba a llegar a jugar al baloncesto y estar en un equipo de baloncesto real. Mi hija y yo compartimos lágrimas por ese comentario y otra vez cuando lo dejamos y él sólo sonrió y nos dijo "¡Adiós! ¡Hasta luego!".

En el coche mi hija me dio las gracias por encontrar esta iglesia donde mi nieto puede ser "sólo un niño jugando al baloncesto".

Luego nos dijo a mí y a una de las encargadas que para muchos niños y muchas familias, esto no es más que un campamento de baloncesto de 4 semanas, pero para nuestra familia y para Jayden lo es todo. Es una oportunidad para que un niño pequeño sea "normal" (con una sombra) y simplemente juegue a la pelota "en un equipo de baloncesto de verdad".

Gracias por hacer esto posible y por hacer a un niño y a su familia MUY FELICES. Dios os bendiga por vuestro amor a los niños con necesidades especiales y por dar a este niño especial esta oportunidad. ¡Le encantó!