Margarita McCarthy cree que la gracia de Dios siempre la condujo a Jesús y, finalmente, a la Iglesia Metodista, a pesar de haber crecido en otra tradición religiosa.

"Crecí en la iglesia. Mi padre estaba en el ejército y, viviéramos donde viviéramos, mis padres siempre encontraban una comunidad de fe donde celebrar el culto y compartir la vida", recuerda.

Después de que su familia regresó a los Estados Unidos, Margarita fue invitada por una vecina a unirse a ella en una iglesia metodista, y ese viaje a Cristo y eventualmente al metodismo continuó en sus años universitarios. Después de que su hermano compartiera sobre su relación con Jesucristo, el corazón de Margarita fue atraído a conocer a Jesús - Su amor, perdón, gracia y libertad.

"Fue en mi dormitorio donde acepté a Jesús", recuerda. "Siento que mi conversión también fue parte de mi llamada, y Dios llevó mi vida en una dirección completamente diferente".

Después de graduarse, Dios llevó a Margarita a trabajar en la industria de las aerolíneas, donde trabajó como auxiliar de vuelo y, finalmente, como reclutadora de auxiliares de vuelo.

Tres años después de unirse a las aerolíneas, durante un viaje misionero de verano a América Central, Jesús llamó a Margarita a unirse a Él en el ministerio. Margarita, que ha sido miembro de la Iglesia Metodista de The Woodlands durante 26 años, respondió a esa llamada sirviendo en numerosas funciones de voluntariado, desde líder de estudios bíblicos hasta guerrera de oración.

"Como miembro nueva, me invitaron a unirme a un grupo de 10 mujeres para reunirnos y orar", dice. "De ese tiempo de oración semanal, Dios dio a luz el comienzo de un ministerio de mujeres en nuestra iglesia. Yo había visto y experimentado al Espíritu Santo obrando en la oración a nivel personal, pero esa fue la primera vez que experimenté el poder de la oración como un grupo de mujeres reunidas para orar."

El llamado de Dios a unirse a Él en el ministerio nunca abandonó a Margarita, y el Espíritu Santo la guió al seminario, donde recibió su maestría en estudios bíblicos del Seminario Teológico de Asbury en 2018, y sintió que Dios la guiaba hacia el papel de Diácono.

En su nuevo papel como Pastora de Cuidados y Oración, Margarita está muy entusiasmada con la oportunidad de unir la oración bajo un mismo paraguas, haciendo avanzar la oración en nuestra iglesia.

"Las brasas de la oración han estado ardiendo en esta iglesia desde sus inicios", afirma. "La oración es fundamental para esta iglesia, y me entusiasma ver cómo el Espíritu Santo hará crecer la oración. Muchas veces vemos la oración como un deber. Pero creo que la oración puede ser un deleite, ya que Dios se deleita en estar con nosotros y escuchar nuestros corazones en comunión con Él - tanto personal como corporativamente."

Margarita tiene una hija, Lauren, que también es miembro activo del TWMC.