Después de 12 años supervisando 615 iglesias como Obispo del Área de Oklahoma, Bob Hayes se alegra de ser el Obispo Residente de la Iglesia Metodista de The Woodlands, un cargo que le permite continuar en el ministerio a la vez que deja atrás los detalles administrativos y el ritmo frenético de su anterior función.

"Casi todos los domingos estaba en dos, tres o cuatro púlpitos distintos", dice. "Nunca se puede permanecer mucho tiempo en un mismo sitio. Este trabajo es mucho más lento que aquel, pero sigue siendo ministerio. Creo que el estrés y la presión han disminuido sustancialmente y ahora puedo disfrutar y atesorar estos momentos que tengo aquí con la gente sin tener que estar preocupado por la próxima parada."

De hecho, aunque el obispo Hayes predicará ocasionalmente en los servicios de la Iglesia Metodista de The Woodlands, su principal deseo es implicarse en la comunidad eclesiástica y servir de mentor y capellán al personal de la iglesia, especialmente a los ministros más recientes que aún están en el seminario o han terminado recientemente sus estudios.

"Espero poder utilizar algunas de las cosas que he aprendido en el ministerio para ayudar a otras personas", dice. "Este es un equipo de varios ministros, pero ¿quién les ministra a ellos? Cuando estás en una iglesia de este tamaño y eres nuevo, a veces puedes perderte entre los árboles. Es importante que sepan que son significativos y que su ministerio, su papel, es importante."

Como miembro de una familia de ministros y con más de 40 años de ministerio, el obispo Hayes está especialmente preparado para asesorar a los pastores de la Iglesia Metodista de The Woodlands. Ha sido testigo de primera mano de los cambios radicales que ha experimentado la Iglesia Metodista Unida, desde su formación en 1968 y la lucha por integrar las iglesias de blancos y negros hasta cómo la tecnología ha cambiado la propia experiencia del culto.

"Tengo el privilegio de haber pasado una o dos generaciones viendo el ministerio, y ahora me maravillo porque cuando la gente se presenta, no lleva una Biblia", dice. "Abren su iPad, traen su iPhone y leen las escrituras en la pantalla".

A lo largo de toda esta evolución, hay un elemento clave que, según él, ha permanecido invariable y que querría recalcar a todos los ministros.

"Al fin y al cabo, no me importa cuánta tecnología tengas", afirma. "Todo se reduce a las relaciones. Se trata de las personas, de saber que tú y yo somos seres humanos hechos a imagen de Dios y que necesitamos identificarnos unos con otros. Necesitamos amarnos unos a otros".

El obispo Hayes está casado con Delilah (Dee) y tiene tres hijos adultos -Joya, Robert III y Ryan- y dos nietos.