Descansa en esto

7 de septiembre de 2023 | Tiempo de lectura: 2 minutos

Por: Rev. Mark Sorensen

Una vez oí la historia de dos silvicultores que competían entre sí para ver quién talaba más árboles en un solo día. Uno era más joven y el otro mucho mayor. El día de la competición, cuando sonó el silbato, el joven se puso manos a la obra. Sin vacilar, en ocho horas taló 25 árboles. Era una hazaña impresionante y, sinceramente, él lo sabía. También sabía que el señor mayor no tenía la resistencia necesaria para seguirle el ritmo, y mucho menos para talar tantos árboles. ¿Por qué? Porque cuando echaba un vistazo durante la competición, veía que el señor mayor se tomaba descansos de 10 minutos en medio de la tala.

Sin embargo, al final de la prueba, el joven guardabosques se llevó una sorpresa. El caballero de más edad ganó el concurso talando no sólo 25 árboles sino, en su lugar, 40 árboles.

Asombrado, le preguntó al leñador mayor: "¿Cómo es posible? Yo no paré, pero te vi parar cada hora durante 10 minutos seguidos, ¡y aun así talaste casi el doble de árboles que yo!". El señor mayor sonrió y contestó: "Desde luego que te lo concedo. Has trabajado mucho. Vi todo el sudor y oí los gruñidos. Sin embargo, cada hora, cuando me sentaba durante 10 minutos, hacía dos cosas: una, me recuperaba; y dos, afilaba mi hacha. Trabajabas duro, pero también con un equipo romo".

¡Siempre predicará esa historia!

En el Evangelio de Marcos, hubo un momento en el ministerio de Jesús en el que todo el mundo le buscaba. Había otro milagro que realizar, otra enseñanza que la gente quería oír, otra pregunta que necesitaba respuesta. Y cuando Jesús miró a sus discípulos, vio que estaban cansados por todo lo que estaba sucediendo. Entonces, ¿qué sucedió?

 ...Les dijo: "Venid conmigo solos a un lugar tranquilo y descansad un poco". - Marcos 6:31

 Hemos visto en el ministerio de Jesús que Él a menudo iba a lugares tranquilos para descansar y simplemente "estar" en la presencia de Su Padre celestial. Jesús conocía el valor del descanso y a menudo animaba a sus discípulos a hacer lo mismo.

 Entonces, déjame preguntarte, ¿cómo está tu alma? ¿Dónde necesitas descanso en tu vida? Sigue el ejemplo de Jesús. Hazte a un lado. Descansa. Recupérate. Recuerda que eres un hijo amado del Rey, y eso es digno de pausa y reflexión.

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