"Observa atentamente. Estoy poniendo cimientos en Sión, sólidos cimientos de granito, cuadrados y verdaderos. Y este es el significado de la piedra: una vida confiada no se derrumbará". - Isaías 28:16 (MSG)

Era una tarde de lunes bastante típica. Los lunes es mi día libre, así que estaba en casa con mi mujer y cuidábamos a nuestro nieto, Simon. Él estaba durmiendo la siesta sobre Nycki y yo estaba leyendo junto a ellos cuando se produjo el estruendo que, literalmente, hizo temblar las ventanas del salón.

¿Ha visto alguna vez algo que le haya dejado sin palabras? Estoy seguro de que este fue uno de esos momentos. Lo que vi a través de las ventanas que daban al patio trasero fue que la copa de una de nuestras palmeras se había desprendido y había caído sobre nuestro patio.

Cuando compramos nuestra casa hace varios años, nos enamoramos de estas dos palmeras gigantes en nuestro patio trasero. Inmediatamente nos recordaron a uno de nuestros lugares favoritos al que viajamos muchas veces para hacer trabajo misionero, Haití. Nos encantaba el sonido de la brisa que soplaba a través de esas palmeras. Este lunes, sin embargo, la brisa soplaba aparentemente demasiado fuerte y la parte superior de la palmera se partió y cayó justo en nuestra piscina. Si hubiera caído metro y medio en otra dirección, ¡habría caído en nuestro dormitorio! Afortunadamente, cayó donde cayó y la casa no sufrió ningún daño.

Estaba pensando en esta imagen de la palmera caída en relación con un versículo de Isaías.

El contexto es el siguiente: El profeta Isaías escribe al pueblo de Dios que se encuentra cautivo en Babilonia y le advierte de las repercusiones de la complacencia y la desobediencia espirituales. Sin embargo, dentro de la advertencia y el juicio por venir, hay una hermosa profecía de esperanza que se encuentra en la piedra angular prometida - una palabra clara que apunta a Jesucristo. Isaías dice que, en esta Piedra Angular, "el que se apoya en ella nunca será sacudido". (Isaías 28:16)

La versión del Mensaje dice así: "una vida confiada no se derrumba".

Me encanta esa promesa.

No es cuestión de si experimentarás una tormenta en tu vida; es sólo cuestión de cuándo. Pero aquí están las buenas noticias para nosotros como seguidores de Jesús: Una vida confiada no se derrumba. No importan las tormentas que experimentemos, el que calmó el viento y las olas en la historia del Evangelio es el mismo que habla de paz sobre nuestras vidas hoy. Eso es lo que Jesús nos ofrece a todos.

Permanece en esa verdad y descansa en ese fundamento.

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Para profundizar, lee Mateo 7:24-27; Juan 16:33; Isaías 26:3.